Seguimos con
los días de la semana. Hoy nos toca hablar de Martes, que para nosotros es el
día de Marte, el dios romano de la guerra.
En alemán,
martes se dice “Dienstag”.
Yo, que me
paso de listilla muy a menudo, ya había encontrado mi propia explicación
para el nombre de este día. Lo tenía todo clarísimo: ya sabía que “der
Dienst” significaba servicio, turno, oficio (por ejemplo, estar de servicio se
dice “in Dienst sein”) y que se podía usar para referirse a un servicio religioso
(una manera de decir “misa” en alemán es “der Gottesdienst”, que junta “der
Gott” = Dios, con “der Dienst”, servicio). Por eso, en mi cabeza, martes,
“Dienstag”, se llamaba así seguramente por algún tipo de servicio religioso
típico de los martes.
Ya me felicitaba yo por mi inteligente deducción cuando
descubrí que la realidad no tenía nada que ver.
El caso es
que el nombre “Dienstag” viene también de Marte, o mejor, del equivalente
nórdico-germánico del dios romano de la guerra. Este dios se llamaba Tyr
y era nada menos que hijo de Odín. Al igual que a Marte, a Tyr se le veneraba como
dios de la guerra y de la victoria, pero también como guardián de la ley y la
justicia. Por eso era el protector de los "Things", unas las asambleas de gobierno que tenían las tribus
germanas.
El nombre de
este dios Tyr, tiene muchas variantes en las distintas lenguas, en inglés
antiguo se le llamaba Tiw o Tig, de ahí que el martes en inglés sea "Tuesday".
A Tyr le
falta una mano. La culpa la tiene Fenrir, un lobo gigantesco, y aquí (en el
apartado de la leyenda) cuentan cómo sucedió.
Así que esa
es la historia de por qué martes se dice “Dienstag” en alemán, “Tuesday” en inglés, y de cómo me pasé de listilla pero al final rectifiqué y acabé descubriendo los
ingredientes mágicos con los que los enanos fabricaron Gleipnir, la cadena sedosa con la que los
dioses ataron finalmente a Fenrir. Y me encanta.
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